13 de junio de 2010

Un vistazo al Baúl de los Recuerdos

Nunca es malo mirar hacia atrás, esculcar y echar un vistazo al baúl de los recuerdos.

Recordar, es vivir.

Y sí que lo es, porque no escapa este adagio a mi realidad.

Hoy puedo escribir, que me siento feliz. Hoy puedo sentir emoción alguna. Pero a la vez siento tristeza, mirando hacia atrás, recordando, y mientras recuerdo comparo la realidad con lo que alguna vez lo fue en su momento.

Y termino cayendo en la cuenta: Nada es lo mismo.

Gente que sólo entra, por entrar. Si leen, no aportan. Si aportan, es pelea. Si confían son engañados, y la hipocresía crece, y crece. Y la sed de confianza es saciada con el desengaño y la poca vergüenza.

Las desganas se notan. Consejos a los altos rangos que están aburridos, que quieren quitar la cara y ven lo mismo que yo he visto. Que aún fuera de las paredes de los ideales contrarios, puedo percibir un grupo desunido.

La diversión ya no les llega, pero es porque simplemente han decidido no salir a jugar más.

¿Qué importa las peleas, si son dentro del rol solamente?

¿Que existe un desbalance? Pues sí, pero es por el incesante cambio en los líderes del Bando. Así, las ideas quedan sueltas, los proyectos no terminados, y un bando cada vez más desanimado.

Vamos, que si hay mucho empeño, falta poco para lograrlo. Pero el empeño es fundamental, esencial. Si no hay empeño, no hay esperanza, y sin esperanza no hay nada más